Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
Trinidad Constancio, ejecutiva de la Organización Juana Azurduy de Padilla, expresó su preocupación por la inactividad de tres fábricas en Tarija, financiadas con recursos del Estado y del Programa Solidario Comunal (PROSOL).
Constancio señaló que estas fábricas, destinadas a la producción de tuberías, jugos y protección contra granizo, están en condiciones de operar, pero la falta de capacidad técnica y voluntad política impide su funcionamiento.
La ejecutiva destacó que la fábrica de tuberías, casi completada al 90%, cuenta con la materia prima necesaria para la producción de tuberías para riego y tendido de gas, elementos fundamentales para el desarrollo agrícola y energético de la región. Sin embargo, la falta de una pequeña inversión adicional y la ausencia de gestión por parte de las autoridades impiden su puesta en marcha.
Asimismo, Constancio lamentó la situación de la fábrica procesadora de citricos, que requiere un pequeño porcentaje de obras finas para su finalización, pero que sigue sin operar debido a la falta de voluntad política para impulsar su funcionamiento. Esta fábrica, destinada a procesar la amplia variedad de frutas cítricas en Tarija, representa una oportunidad desaprovechada para la industria local y el desarrollo económico de la región.
Por otro lado, la fábrica Malla antigranizo, destinada a proteger los cultivos de siete comunidades, enfrenta una situación similar. A pesar de contar con equipamiento y maquinaria adecuada, la falta de capacidad técnica y de mercados para exportar los productos limita su operación y contribuye al estancamiento económico de la región.
La ejecutiva hizo un llamado a las autoridades para que asuman su responsabilidad y tomen medidas concretas para poner en marcha estas instalaciones, que representan un potencial importante para la economía local.