Una niña de no más de 12 años, estudiante de alguna escuela de Ivirgarzama, localidad ubicada en el trópico de Cochabamba, interpretó un poema la semana pasada en el aniversario del MAS. La menor de edad arrancó con la frase: “Maldito gringo imperialista, enfermo capitalista”.

El expresidente Evo Morales, el actual mandatario Luis Arce, y las autoridades presentes la aplaudieron inflando los pechos y con sonrisas de oreja a oreja. El Código del Niño, Niña y Adolescente prohíbe que los niños sean utilizados con fines políticos y partidarios, pero eso parece ya no importar, porque el adoctrinamiento político tiene al menos cuatro temas vinculados con la narrativa política del MAS, que polariza al país.

Esto pone en peor situación de indefensión a los menores, si se toma en cuenta que el viernes en su informe preliminar, los integrantes de la delegación de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), que visitaron el país la semana pasada, subrayaron que notaron con profunda preocupación que persisten los elevados niveles de violencia sexual contra niñas y adolescentes, embarazos de niñas, y que existe una escasez de los servicios de asesoramiento psicosocial, asistencia jurídica y refugios adecuados para las sobrevivientes.

El ‘poema’ recitado por la niña de Ivirgarzama también refleja el adoctrinamiento al que son sometidos los escolares en Bolivia. Precisamente, desde hace un mes, los maestros están en las calles peleando por más ítems, pero también por el cambio de la malla curricular que contempla textos y materias que forman parte de la narrativa política del oficialismo.

El presidente del área de Educación de la Conferencia Episcopal Boliviana, Monseñor Fernando Bascopé, respaldó la solicitud del magisterio de anulación de la malla curricular “porque ésta al no contar con un respaldo formativo real del ministerio, carece de pertinencia y legalidad. La imposición del Ministerio de Educación es arbitraria e injusta”, subrayó.

Criticó la falta de dotación de materiales y recursos didácticos para su implementación y resaltó que quienes sufren las consecuencias de estos desaciertos son los 2,7 millones de estudiantes del Estado Plurinacional.

De hecho, el contenido más debatido fue “La ruptura constitucional de 2019”, que figura como contenido para sexto de secundaria de acuerdo con el texto Planes y Programas Educación Secundaria Comunitaria Productiva 2023 que publicó el Ministerio de Educación.

Esto implica que da por hecho que el 2019 hubo un golpe de Estado en el país y no un fraude, que dio paso a una transición constitucional. La víctima, en esa narrativa, seguramente será el presidenta Evo Morales, y la villana la expresidente Jeanine Áñez que asumió la sucesión constitucional.

Menciona también contenidos de enseñanza como: “El primer indio en la Presidencia y su significado político”, en referencia a la llegada de Evo Morales a la jefatura de Estado, en 2006.

Pero el programa educativo aborda otros temas, que tienen un alto nivel de carga y adoctrinamiento políticos.

El “intento de golpe Cívico prefectural”, que en 2008 confrontó al gobierno nacional, liderado por Evo Morales contra los prefectos departamentales opositores de la región conocida como la “Media Luna” (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija), que impulsaban la constitución de gobiernos departamentales autónomos y rechazaron el proyecto constitucional que impulsaba Morales. Este conflicto llevó el encarcelamiento del entonces prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, acusado por la denominada “masacre de Porvenir”.

Este hecho derivó posteriormente en la desarticulación, según la narrativa oficialista, de un supuesto grupo irregular que intentaba dividir el país, comandado por Eduardo Rózsa, que junto a otras dos personas fueron asesinadas en el Hotel Las Américas, lo que dio origen al denominado caso Terrorismo.

“La expulsión de la DEA”, otro de los hechos de los que se jacta el MAS, y que se produjo el 1 de nociembre de 2008, cuando Morales suspendió las actividades en Bolivia del Departamento Antidroga de Estados Unidos, acusándolo de haber promovido el “golpe cívico-prefectural de la derecha en septiembre de ese año”. También fue expulsado el entonces embajador de EEUU, Phillip Goldberg.

Asimismo, se abordan los logros inéditos en la reducción de la pobreza” y “el proyecto de Industrialización: Las plantas de separación de Líquidos. La Urea, el Litio”, que son igualmente parte de la agenda política del oficialismo.

El ejecutivo de la Confederación de Educación Urbana de Bolivia, Patricio Molina, en diversas intervenciones en los medios de comunicación, señaló que hechos como los mencionados no pueden establecer una verdad absoluta que beneficie al gobierno de turno. “En todo caso, tendrán que plantearse como hechos históricos que deben ser revisados desde una visión crítica y que los estudiantes sean los que saquen sus conclusiones ¿Cómo queremos fortalecer la democracia en un país? ¿Con personas dogmáticas o con personas que tengan un sentimiento y conciencia crítica social?”, aseveró.

Por ello, lo ocurrido con la pequeña niña del trópico de Cochabamba no es un hecho aislado.

El pedagogo Álvaro Puente coincidió con lo que señala el magisterio. “Nadie puede llevar el agua a su molino cuando se trata de los niños. No se puede llevarlos a una ideología, debemos plantearles hechos y ellos deben tomar una decisión”.

Aseguró que los estudiantes no deben aprender de memoria lo que pasó “o lo que un señor o un grupo de personas interpretan que pasó. Deben tener la capacidad de interpretar la historia y generar su verdad”.

Por ejemplo, complementó, en la guerra del Chaco, “no podemos poner una posición si es que la actuación del expresidente Daniel Salamanca fue correcta o incorrecta. Presentemos los hechos y que ellos saquen sus conclusiones. Si Bolivia o Paraguay actuaron bien o mal, en qué sentido Bolivia creció o se hundió. La historia no es repetir datos, sino interpretar el pasado para manejar el futuro”.

Este medio consultó si es que es correcto que el Ministerio de Educación incluya este contenido como parte de la materia de historia. “Nunca se estudia la historia del año pasado, eso no es historia todavía, creo que estos temas están de más. Si quieren hacerlo, que presenten todos los puntos de vista. De hecho, nunca llega al momento presente, hay que dejar que con el tiempo se sedimente”. Por lo tanto, al ser un tema tan reciente, “creo que los chicos no deben recibir una conclusión de la actuación de las dos partes, sino escuchar a ambas partes. Si es que hay un señor que dice que fue golpe, y realmente lo cree, que lo diga. Como otro que señale que no, también puede ser escuchado ante un hecho que ocurrió apenas hace tres años”, apuntó.


Discusión de género

La malla curricular en Bolivia ha sido objeto de controversia también debido a la inclusión de contenidos sobre identidad de género. Esta ha sido cuestionado por la Iglesia y sectores de padres de familia que exigen que se guarde la inocencia de los niños.

El Gobierno considera que es importante destacar que la inclusión de estos contenidos en la malla curricular tiene como objetivo promover la igualdad de género y el respeto a la diversidad sexual, señala en los textos que sustentan la malla. Estos temas son fundamentales para garantizar una educación inclusiva y libre de discriminación.

Además, la inclusión de estos contenidos no es una iniciativa exclusiva de Bolivia, sino que forma parte de una tendencia en la que cada vez más países de tendencia izquierdista, especialmente, están reconociendo la importancia de abordar estos temas en el ámbito educativo.

Padres de familia y organizaciones civiles rechazan nueva currícula escolar en el país, rechazan modificaciones que motiven a los niños a elegir si son niño o niña.

“Por ejemplo, a niños de cuatro a cinco años se les va a indicar que no solamente existen dos tipos de sexo, varón y mujer que es lo natural, sino que hay un tercer sexo y peor todavía, que se les va a motivar a que ellos puedan elegir el sexo que quieren ser, o sea, elegir entre varón y mujer”, detalló Omar Soliz, miembro de la Comisión de Control Social Ciudadano por la Educación de Nuestros Hijos.

En Bolivia no es legal el matrimonio igualitario, pero en la malla curricular también se lo va a promover, como se anuncia en su contenido.

El obispo Fernando Bascopé señaló que la malla curricular pretende inculcar una ideología que destruye “la inocencia de los niños hipotecando así su futuro y presente de nuestra sociedad”.

Reiteró que “la ideología de género y la educación sexual integral son las vías por donde nuestros niños perderán una noción de familia, de comunidad y de sociedad. Desde nuestra responsabilidad como educadores que buscan bien común y la formación de generaciones para nuestra Bolivia, pedimos a nuestras autoridades de Gobierno, al señor ministro de Educación, convencidos del esfuerzo que realizan en su trabajo diario de convocar al diálogo con soluciones reales y que encuentren eco en la dirigencia del magisterio urbano para una pronta solución al conflicto”.

Nathalie Iriarte, activista en DDHH, señaló que “por supuesto que la educación sexual integral debe incluirse en la malla, aunque el Estado no ha capacitado a los maestros”. Sin embargo, aseguró que “Bolivia está retrasada porque ya está en casi todos los países de Latinoamérica y de Europa como Suecia y Suiza. Este tipo de educación definitivamente baja las tasas de embarazo adolescente, como la reducción de la violencia sexual hacia los niños porque están informados y avisan a tiempo si son acechados por predadores”.

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