Se identificó a los sospechosos vestidos como repartidores de Rappi Bolivia Y se determinó que la esposa del denunciante era la presunta instigadora del engaño y fingimiento del secuestro.
REDACCIÓN CENTRAL/TINTA ROJA
Una intrincada trama de supuesto secuestro, extorsión y estafa fue desentrañada por un meticuloso operativo policial en Tarija. En la noche del 17 de agosto de 2023, las autoridades lograron la aprehensión de cinco individuos presuntamente involucrados en el tejido de engaño que había mantenido a una familia en vilo.
El drama comenzó cuando Brayan Diego Ricalde Soliz reportó el secuestro de su esposa, Rosa Isela Gareca, y su hija de un año y ocho meses. Alegando que habían sido capturadas por desconocidos, la familia vivió horas de angustia y desesperación. El denunciante afirmó que el secuestro había ocurrido durante una videollamada, que se cortó abruptamente en la intersección de las calles Comercio y Pantoja.
La historia tomó un giro sorprendente cuando una tercera persona, utilizando el celular de la presunta secuestrada, comenzó a demandar dinero a la familia y otros parientes, amenazando con dañar a la pequeña si no se cumplían sus exigencias. El monto requerido ascendía a 15 mil bolivianos, desencadenando una serie de negociaciones angustiantes.
La respuesta de la policía fue inmediata y enérgica. Se puso en marcha un complejo operativo, coordinando esfuerzos de varias unidades, como el DACI, FELCC, Inteligencia y PAC. Siguiendo operaciones de seguimiento y vigilancia, se diseñó un plan para liberar a las secuestradas y capturar a los supuestos delincuentes. La entrega del dinero fue programada para el Barrio Obrajes, mientras que la liberación se esperaba en el local «El Pariente».
La operación dio un giro al identificar que los presuntos secuestradores estaban disfrazados como repartidores de la empresa Rappi Bolivia, vistiendo ropas oscuras y cascos negros. La víctima iba a entregar un paquete simulado a uno de los sospechosos, momento en el que se desencadenó la intervención policial. Tres individuos en motocicletas (Juan Jonatan Vaquera Chungara, Jorge Armando Aviza Nichols y Elvis Renee Carrillo Quispe) fueron aprehendidos, mientras que un cuarto individuo, Joel Segovia Trujillo, fue capturado tras una persecución en moto.
La sorpresa llegó al descubrir que el celular utilizado para las demandas de dinero y el secuestro estaba en posesión de la propia Rosa Isela Gareca. Asimismo, se halló información crucial con respecto a una menor de edad, A. M. T. R., quien había alquilado una habitación a Gareca el mismo día del secuestro.
Finalmente, cerca de la medianoche, se logró la aprehensión de Rosa Isela Gareca, Joel Segovia Trujillo, Juan Jonatan Vaquera Chungara y Jorge Armando Aviza Nichols. Además, varios objetos, entre ellos teléfonos celulares, motocicletas y dinero, fueron confiscados en el proceso.
La operación culminó con éxito, y la menor fue devuelta sana y salva a su progenitor. Este complejo entramado de engaño y falsedad resalta la importancia de la pronta respuesta policial y el desentrañamiento de intricadas tramas delictivas para garantizar la seguridad y tranquilidad de la comunidad.