Willam Octavio Flores/EL ANDALUZ
Los agricultores de Tarija se encuentran en alerta ante los efectos del cambio climático que están dañados fuertemente sus cultivos. La tradición del 1 de agosto, donde se evita trabajar la tierra por temor a plagas y por creencias, se ha visto opacada por la incertidumbre producida por las condiciones climáticas atípicas de este año.
Luis Alfaro, dirigente campesino, ha destacado que están viviendo un cambio estacional nunca antes visto. La ausencia de vientos y las heladas poco frecuentes en agosto son motivo de preocupación para los agricultores, quienes temen que esto afecte negativamente la producción agrícola en los próximos meses.
El cambio climático se ha convertido en una amenaza creciente para la agricultura en todo el mundo, y Tarija no es la excepción. Los agricultores enfrentan desafíos cada vez mayores para mantener sus cultivos y garantizar su sustento. Es por esto que Alfaro ha instado a tomar acciones concretas para abordar esta problemática.
Entre las medidas propuestas, Alfaro ha planteado la necesidad de trabajar en un proyecto que fomente la producción piscícola en la región. El objetivo es reducir la dependencia de alimentos importados y fortalecer la seguridad alimentaria local. Este proyecto busca generar oportunidades para los agricultores, al mismo tiempo que se contribuya a la autosuficiencia alimentaria de Tarija.
Para enfrentar los desafíos del cambio climático en la agricultura, es crucial la colaboración y el apoyo de las autoridades y diferentes sectores. Los agricultores requieren medidas de adaptación y mitigación para proteger sus cultivos y garantizar la sostenibilidad de sus comunidades rurales.
La preocupación por el cambio climático en la agricultura de Tarija es una realidad que demanda atención y acciones concretas para proteger este importante sector productivo y asegurar el bienestar de la población agrícola en la región.