Willam Octavo Flores/EL ANDALUZ

La falta de una planta de tratamiento de aguas residuales en la región de Tarija ha generado una alarmante situación de contaminación en el río Guadalquivir y sus afluentes, según un informe presentado recientemente por la Oficina Técnica Nacional de los ríos Pilcomayo y Bermejo (OTN-PB ).

La investigación, realizada en colaboración con las universidades Juan Manuel Saracho y Católica, así como con los gobiernos municipales del área, reveló que varios puntos del río, incluidos Ancón Chico, El Temporal, La Angostura y el puente Peregrino, se encuentran en la categoría de clase «D-Critica” de la ley de medio ambiente 1333, la cual establece el nivel más alto de parámetros críticos de contaminación.

El director ejecutivo de la OTN-PB, Rommel Uño Martínez, afirmó que la situación es especialmente preocupante debido a que estas aguas también se vierten a las comunidades de Ancón Chico, el Valle de la Concepción y Calamuchita, las cuales son usadas para riego de plantas de “tallo bajo”.

Cáncer en el rio Guadalquivir

Este estudio confirmo que las aguas del Guadalquivir pueden generar deformidades, problemas estomacales y cáncer en la población, que consume los alimentos que riegan con sus aguas. Ya que se registraron parámetros que contienen fosfato, Cromo y la DQO muy baja (Representa la cantidad de oxígeno necesario para descontaminar el agua procedente de grandes ciudades, de viviendas individuales, de aguas pluviales, del alcantarillado o de fosas sépticas).

Causas de contaminación

 «La contaminación se genera a partir de las aguas residuales, tanto domésticas como industriales, y hay curtiembres que estarían vertiendo desechos al río», explica Uño Martínez. «Todo esto se contiene y se saca de muestras in sito y se ve en laboratorio, y efectivamente se reportan con niveles o rangos muy altos, desproporcionados, que de acuerdo a la ley de medio ambiente estarían en la categoría crítica», agregó.

El problema, según el director ejecutivo de la OTN-PB, es la falta de una planta de tratamiento de aguas residuales adecuada. Las lagunas de oxidación, que se utilizan actualmente en la región, son obsoletas y superaron su capacidad.

Uño Martínez enfatizó que las autoridades deben actuar de inmediato para dar una solución estructural al problema de la contaminación. «Las autoridades, conforme a las competencias constituidas por territorio al municipio, también al gobierno departamental, tienen de una buena vez dar una solución estructural al problema de la contaminación en el Guadalquivir», afirmó.

Por último el director de la OTN-PB, informo que, en el 2016, la Contraloría General de la República instó a todos los niveles de gobierno a trabajar para reducir el nivel de contaminación del río Guadalquivir. Sin embargo, hasta la fecha, ninguna autoridad ha cumplido con las tareas asignadas,

Deja un comentario