Hoy será el primer 23 de marzo sin juicios con Chile, después de casi 10 años de haber estado con causa judicial en la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Aún sin embajadas, en este Día del Mar, Bolivia y Chile tratan el problema fronterizo de migrantes.

Fue exactamente hace 12 años, el 23 de abril de 2011, que el presidente Evo Morales dio el inesperado anuncio de que Bolivia acudirá ante tribunales internacionales para resolver el enclaustramiento marítimo desde 1879.

Poco más de dos años después, el 24 de abril de 2013; finalmente el Gobierno presentó en la CIJ la “Solicitud de inicio de procedimiento”; pidiendo que la Corte declare que Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia un acceso soberano al mar.

“La demanda boliviana está plenamente sustentada en actos unilaterales, convencionales, práctica diplomática y declaraciones oficiales” que a lo largo de la historia desde 1879 hicieron los gobiernos chilenos, lo cual “conforme al Derecho Internacional, generan obligaciones jurídicamente vinculantes”, destaca el sitio oficial de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima, Silala y Recursos Hídricos Internacionales (Diremar).

El “juicio por el mar” duró hasta octubre de 2018. Antes de que termine, el 6 de junio de 2016, fue Chile el que presentó su “Solicitud”, demandando a Bolivia por las aguas del Silala. Le pedía a la Corte que declare que “el sistema del río Silala, junto con sus porciones subterráneas, es un curso de agua internacional, cuyo uso se rige por el derecho internacional consuetudinario”.

Contrademanda a Chile

El juicio concluyó el 1 de diciembre de 2022. Eso con la interrupción de más de un año por la pandemia de COVID- 19, y con una contrademanda boliviana de por medio,

Luego de la posesión de Gabriel Boric como presidente, en marzo de 2022, la relación se estropeó un tanto debido al rechazo que hubo, por un lado, por parte de Boric de tratar el tema de la reivindicación marítima al inicio de la nueva relación. Por otro lado, la negativa de Bolivia de alentar un acercamiento hacia la reposición de embajadas sin hablar de la demanda marítima.

A raíz de la reciente crisis de masivo ingreso de migrantes a Chile por la frontera boliviana, y la intención de este país de devolverlos y la negativa de Bolivia de aceptarlos porque no hay tratado al respecto, Boric dijo que Chile acudirá a la diplomacia.

“La relación evidentemente hace tiempo no es fácil, pero nosotros tenemos la mejor voluntad para trabajar con todas las herramientas que otorga el derecho internacional. Acá no se trata de que escalemos problemas, sino que busquemos soluciones”, dijo.

Sentencia por el mar: no hay obligación jurídica de Chile

Si bien la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, el 1 de octubre de 2018 resolvió que “no está en capacidad de concluir, sobre la base del material que se le ha sometido, que ‘Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia a fin de alcanzar un acuerdo que otorgue a Bolivia un acceso soberano al océano Pacífico’”, esto no significa, como decía el exagente de la demanda, Eduardo Rodríguez Veltzé, que se haya clausurado la demanda marítima.

Rodríguez cree que “hay instrumentos de los cuales se puede echar mano”; lo dijo en noviembre de 2018 en un conversatorio en Sucre, organizado por la Universidad Andina Simón Bolívar.

“Quiero destacar particularmente uno, en eso el presidente (Evo) Morales ha sido uno de los líderes que ha puesto mayor interés, me refiero a Convemar (Convención de las Naciones Unidas del Derecho del Mar). Es la convención más importante sobre el entendimiento de los derechos de los países sobre el mar”, precisó el exmandatario.

Además, dijo el expresidente, la misma CIJ hizo una “invocación que nos abre una ventana, aunque yo diría una puerta muy grande, más ancha que una decisión esperada”.

 Sentencia por el Silala, la razón a ambas partes

En el caso del juicio por las aguas del Silala, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) determinó no pronunciarse, porque a lo largo del juicio vio que Bolivia y Chile acercaron sus posiciones a tal punto que los jueces ya no vieron materia de controversia jurídica.

La sentencia, dictada el 1 de diciembre de 2022, en los hechos fue una descripción de cómo las posiciones bolivianas y chilenas llegaban a coincidir.

En efecto (lo que fue celebrado en Chile), la Corte encontró que ambos países consideraban al Silala como un “curso de agua internacional”; Bolivia constató este hecho con un estudio que hizo para el país el Instituto de Hidrología de Dinamarca, en especial de las aguas subterráneas.

Pero Bolivia también celebró el fallo, como hizo el presidente Luis Arce; “La Corte Internacional de Justicia ratifica nuestros derechos sobre las aguas del #Silala y nuestra soberanía sobre el desmantelamiento de los canales artificiales”, dijo el mandatario en un hilo en Twitter.

“#Bolivia resolvió la controversia con un pueblo hermano gracias al trabajo basado en estudios científicos y a nuestra estrategia de relaciones internacionales”, escribió Arce.

Para algunos fue una derrota, porque la CIJ no dijo que se trataba solo de un manantial, como se pensaba. Lo que se impuso, sin embargo, fueron los estudios científicos..

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