Por Rosy Sánchez/El Andaluz
En Tarija son más de 300 pacientes que requieren de una máquina para hacer funcionar sus riñones
La responsable del Programa Salud renal del SEDES, Carla Harbas señala que la población en Tarija es reacia a los controles permanentes de salud para detectar cualquier anomalía en nuestra salud, un factor que incide en las enfermedades crónicas.
“La mala alimentación y la falta de ejercicio incide en el incremento de casos de enfermos renales y obesidad, se debe establecer una dieta equilibrada y acorde a las necesidades que demanda el organismo de cada persona”.
La enfermedad renal según la profesional es multifactorial, puede ser genética o a consecuencia de los malos hábitos alimenticios que repercute posterior a los 5 a 10 años, no existe tratamiento y requiere de una máquina que supla la funcionalidad de los riñones.
Desde la dirección del SEDES recomiendan acudir a los centros de salud a controles frecuentes y no esperar sentirse mal para acudir al hospital cuando la enfermedad ya está avanzada.