Ociel Ali lopez

Finalizando abril, tocó el turno de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) para ofrecer reestimaciones sobre el crecimiento económico de la región. El ente multilateral publicó un informe teniendo en cuenta, especialmente, el impacto del conflicto en Ucrania, y en él reubica a Venezuela en el top 3 de los países con crecimiento en 2022.

Con alta difusión de importantes medios de EE.UU., la comisión regional de la ONU dio a conocer que el crecimiento de Venezuela se estima en 5 % para el año en curso.

¿Qué quiere decir este dato?

Según el informe, «se prevé un crecimiento promedio de 1,8 % para la región (mientras que) las economías de América del Sur crecerán 1,5 %». Es decir, Venezuela triplicará el promedio del crecimiento de Suramérica y se ubica como el país con mejores proyecciones.

En relación a América Latina será superado solo por Panamá (6,3 %) y República Dominicana (5,3 %). Pero todos sus vecinos, incluyendo Brasil y Colombia, tendrán, según el informe, un crecimiento inferior, lo que cambia el mapa económico de la región y permite recordar el rol petrolero del país caribeño.

Su crecimiento incluso superará en términos porcentuales al de EE.UU. (2,8 %) y al de la Unión Europea (2,8 %) e igualará al de China. que también está siendo estimado en un 5 %.

«Las economías de América Latina y el Caribe enfrentan una coyuntura compleja en el 2022 debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que abrió una nueva fuente de incertidumbre para la economía mundial y está afectando negativamente el crecimiento global, estimado en 3,3 %, un punto porcentual menos de lo que se proyectaba antes del inicio de las hostilidades», señala el documento.

¿Esperan estos organismos un acontecimiento que marque el impulso de la economía, como una disminución de sanciones, o abiertas exenciones a petroleras internacionales para operar en Venezuela?

Es decir, Venezuela porcentualmente crecería, de comprobarse el escenario planteado, 1,7 % más que la media mundial. Esta cifra resulta sorpresiva debido a la conocida crisis que azotó por al menos ocho años al país y que fue catalizada por un bloqueo financiero desde Washington.

Después de las estimaciones del banco suizo Credit Suisse, que proyectó a comienzos de abril un crecimiento económico para Venezuela en 20 % para 2022, «de las más altas del mundo este año», después de una proyección anterior que la ubicaba en 4,5 %, ahora la Cepal corrobora que el crecimiento del país no será tímido como inicialmente consideraba, sino que se proyecta de manera acentuada.

Con ambos datos se estaría confirmando un rebote en la economía en relación a la larga caída del PIB que sufrió durante el segundo lustro de la segunda década y que, durante varios años, produjo decrecimiento de dos dígitos.

¿La razón de esta reestimación?

Es probable que el aumento del precio del petróleo sea un factor importante para recalcular las proyecciones, pero de seguro no será el único. 

En años anteriores, especialmente antes de la pandemia, la recuperación de los precios no había impactado del todo favorablemente en los ingresos de Venezuela debido a la baja producción petrolera de la industria nacional. Entonces parecería lógico que entes internacionales que han hecho estas proyecciones estén considerando un aumento de producción por alguna vía que aún no se confirma. Aunque, cabe decirlo, el precio se estabiliza ahora de forma mucho más elevada que en la prepandemia.

Lo paradójico de los datos de crecimiento viene dado por el reporte de la OPEP, que afirma que el país caribeño desaceleró 7,6 % su producción petrolera durante el mes de marzo del actual año en el que produjo 728.000 barriles diarios, cuando al finalizar el 2021 se acercaba al millón de barriles. 

Son públicas las presiones de la petrolera Chevron en Washington para que cesen las sanciones que le impiden aumentar la producción en Venezuela, pero aún no hay luz verde de la Casa Blanca o la Oficina de Control de Activos de EE.UU. que dé para pensar que habrá un cambio irreversible en la política estadounidense este mismo año.   

Entonces, ¿dónde ubicar los factores de esta evolución favorable en 2022? ¿Esperan estos organismos un acontecimiento que marque el impulso de la economía, como una disminución de sanciones, o abiertas exenciones a petroleras internacionales para operar en Venezuela?

Washington, a pesar de las reuniones divulgadas con el Gobierno de Nicolás Maduro, no ha adelantado nada en este sentido y cabe recordar que este es un año electoral y, por ende, de sumo cuidado político. Entonces, podría parecer que el crecimiento esperado no depende necesariamente de la decisión de EE.UU. sobre las sanciones.  

Oposición venezolana pide a Biden cesar sanciones financieras

Semanas antes de conocerse las estimaciones de la Cepal, un grupo de conocidos economistas y empresarios, afectos a la oposición, pedían, por medio de una carta dirigida al presidente Joe Biden, llamada en los medios ‘Carta de los 25’, el cese de las sanciones.

«Si bien las sanciones económicas no son la raíz de la emergencia humanitaria en Venezuela, han exacerbado gravemente las condiciones para el venezolano promedio», reza el documento. 

Esta postura pública devela la disgregación actual de la estrategia prointervencionista que ha sostenido la oposición y pone en órbita otra estrategia que trata de pasar la página del tutelaje del «trumpismo» sobre la política opositora.

Entre los firmantes se encuentran dos expresidentes de la patronal venezolana, como Ricardo Cusano y Jorge Botti, además de economistas que han sido abiertos activistas pro-oposición y contrarios al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, como José Guerra (exdiputado) y Rafael Quiroz.

Esta postura pública devela la disgregación actual de la estrategia prointervencionista que ha sostenido la oposición, especialmente desde la autojuramentación de Juan Guaidó en 2019, y pone en órbita otra estrategia que trata de pasar la página del tutelaje del «trumpismo» sobre la política opositora.

No solo la economía y la política, también las líneas aéreas

El 24 de abril, el medio estadounidense Bloomberg reseñaba el reinicio de las operaciones hacia Venezuela de la línea aérea TAP Air Portugal y partir de allí, lo suma a un conjunto de señales que estaría dando la aviación comercial internacional para marcar una nueva etapa de sus operaciones en Venezuela. 

En 2019, en pleno auge de la confrontación política, las principales aerolíneas, como Lufthansa, Air Canada o Alitalia, decidieron retirar sus operaciones, y según recoge este medio, es posible que estén pensando en retomarlas. 

La reactivación de la aviación comercial, las estimaciones antes mencionadas y el pronunciamiento de sectores opositores parecen dar cuenta de un nuevo tratamiento al tema Venezuela y al abandono, aún no definitivo, de la política de sanciones. Retomando un discurso optimista y recordando el rol petrolero venezolano.

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